Durante décadas, con trabajo, esfuerzo y constancia, consiguieron ser los mayores productores nacionales de miel de naranjo y se convertirían en el mayor exportador nacional, exportando más de 3.500 toneladas anuales de miel española por todo el mundo.
Para el cambio de siglo, la cooperativa había alcanzado tal volumen de producción y comercialización que sus socios decidieron dar un paso más hacia la internacionalización de la marca y se convirtieron en una sociedad limitada llamada Reina Apicola Levantina.
Y de esas instalaciones que la vieron crecer, se dio paso a las actuales instalaciones, las cuales ya cuentan con la última tecnología en planta de almacenaje, con temperatura controlada, planta de envasado y etiquetado, zona de expediciones, oficinas y un laboratorio que cumple con estándares de calidad IFS Y BRC necesarios el comercio nacional e internacional, en total más de 10.000 metros cuadrados al servicio de nuestros apicultores y clientes.
Hoy en día nos sentimos orgullosos de nuestras raíces centenarias y todos aquellos conocimientos que supimos transmitir de generación en generación para ser hoy en día el referente y espejo de aquellos que aman la apicultura y todo su legado como Reina Apicola